Desde hace tiempo el packaging o empaquetado ha dejado de ser simplemente la envoltura de un producto para convertirse en una manera efectiva de comunicar aspectos como el estilo de vida y los valores de una compañía.
Lo anterior forma parte de una tendencia que cada día cobra mayor importancia, no solamente desde el punto de vista estético o del diseño, sino también como un valor diferenciador de marca.
La importancia del packaging está ligada al estilo de vida del consumidor actual, siempre en constante movimiento y quien tiene preferencia por productos más pequeños que puedan ser cargados con una sola mano, como parte de una tendencia denominada “On-The-Go”.
De acuerdo con la unidad de inteligencia de J. Walter Thompson, este tipo de consumidor busca productos que se adapten a sus necesidades y sean más convenientes. Tiene su origen en los consumidores nómadas quienes, acostumbrados a viajar en el aeropuerto, deseaban llevar productos que no representaran un problema por cuestiones de tamaño en los filtros de seguridad.
Marcas como Bimbo y Coca-Cola lanzaron versiones más pequeñas de sus productos, como los mini bigotes y las mini doraditas, en el caso de la marca panadera, o innovadoras presentaciones de mini latas y mini botellas, en el caso de la refresquera.
Coca-Cola también lanzó al mercado su refresco icónico Sin Azúcar y opciones bajas en calorías de distintos productos de su portafolio, como parte de una estrategia que responde a las demandas y necesidades de los consumidores actuales, preocupados por un mejor control de las calorías y un estilo de vida más saludable.
Otra industria que se ha unido a esta estrategia es la de la belleza y específicamente, la de los cosméticos, pues marcas como Mac recientemente lanzaron una colección de productos miniatura denominada Little Mac.
Entre 2017 y 2025 se espera que el crecimiento anual global del mercado de paquetería “On-The-Go” crezca un 5.6%, siendo las principales demandas de esta estrategia en la actualidad, de acuerdo al sitio Business Wire; por lo que aún queda tiempo para que las marcas re-descubran el verdadero potencial que guarda su empaquetado, y comiencen a utilizarlo para comunicar o reforzar los mensajes que desean transmitir a los consumidores.
Con información de Mercado 2.0